sábado, 23 de mayo de 2009

Madrugada del sabado 23. A tí.




Deje algo de nosotros en esos lugares
donde me prometías toda la noche.
Una historia escrita en las mojadas calles
con su breve intensidad,
prometimos
que lo nuestro seria algo de verdad
y nos veíamos, rozándonos la mirada,
cazando sonrisas fugaces
esquivándome, como si en el fondo
no quisieras.

Son las noches y mañanas hambrientas
otra vez me prometo nunca más
si se empapa mi cama desierta
del recuerdo de tus besos, de susurros,
escalones y portales, las esquinas
en las que te tuve, y te deje escapar.

En secreto te prometí dos puntos suspensivos
a tu punto y final
y en secreto, esta hora, conmigo soy sincero
me confieso que esto se acaba
me confieso, parece, es lo que hay.

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