sábado, 23 de mayo de 2009

Madrugada del sabado 23. A tí.




Deje algo de nosotros en esos lugares
donde me prometías toda la noche.
Una historia escrita en las mojadas calles
con su breve intensidad,
prometimos
que lo nuestro seria algo de verdad
y nos veíamos, rozándonos la mirada,
cazando sonrisas fugaces
esquivándome, como si en el fondo
no quisieras.

Son las noches y mañanas hambrientas
otra vez me prometo nunca más
si se empapa mi cama desierta
del recuerdo de tus besos, de susurros,
escalones y portales, las esquinas
en las que te tuve, y te deje escapar.

En secreto te prometí dos puntos suspensivos
a tu punto y final
y en secreto, esta hora, conmigo soy sincero
me confieso que esto se acaba
me confieso, parece, es lo que hay.

jueves, 14 de mayo de 2009

Lo que dura un fin de semana

Billete ida y vuelta hacia el horizonte
dibujado de un solo trazo.
Una guitarra afónica que susurraba.
Flores y tierra. Antonio Machado.

Conocer los barcos rusos, que navegan
sin rumbo, y naufragan en seco nunca tripulados.

Amanecer agonizantes, para morir a la tarde
más vale tarde que nunca, y que nunca es tarde
para al llegar a casa, dejarte otro mensaje.